INTRODUCCIÓN:
Para hablar de la Esperanza, los invitamos repasar el mito griego de la “Caja de pandora”. El mito narra que Zeus se enfureció con Prometeo por robar el fuego para dárselo a los hombres. Zeus regaló una caja a Pandora, esposa del hermano de Prometeo, en ella estaban encerrados todos los males del mundo, con la curiosidad innata que tenemos todos Pandora abrió la caja, al abrirla los males se fueron esparciendo por todo el mundo, y ella asustada la cerró lo más rápido posible. Al comentar lo ocurrido a Epimeteo y Prometeo, Pandora les dijo que lo único que quedó dentro fue la Esperanza y, por tanto, lo último que se podía perder.
Los invitamos a profundizar en la capacidad que tenemos para afrontar las situaciones difíciles que nos plantea la vida como: las pérdidas, el aislamiento, las enfermedades, las dificultades económicas… y esta capacidad es la que nos hace fuertes y capaces de transformar la realidad.
1. Busca un lugar seguro para conversar, que ofrezca cercanía, tranquilidad, silencio, comodidad y visibilidad de todos: sentarse en círculo ayuda mucho, sin cosas que se atraviesen o distraigan en el centro.
2. Ten presente la duración de la conversación: reserva el tiempo adecuado para conversar, este depende de cuántos son, de qué edades y cuán habituados están a este tipo de conversaciones. Revisa los recursos que usarás. Recomendemos una conversación de 15 a 30 minutos, si las condiciones lo permiten puede ser más.
3. A veces escuchar es más importante que hablar: en una buena conversación es importante darles voz a todos, a la vez que saber escuchar a todos. Si te cuesta, recuerda que este es un hábito que se afianza con el tiempo.
4. Todos participan respondiendo en igualdad de condiciones: si bien la conversación está guiada por acciones y preguntas, no es un interrogatorio, sino un compartir mutuo de reflexiones y emociones para fortalecer los vínculos y estar juntos mejor.
1. Para simbolizar y afianzar la voz y escucha de todos, recomendamos usar un «tótem de la palabra». Esta es una pieza significativa que se usa en la conversación para dar la palabra y para que todos se responsabilicen de la escucha atenta y empática.
2. El tótem es un recurso de la conversación que ayuda a regular la participación, a su vez que empodera a todos en el uso responsable y solidario de la palabra.
3. La regla del tótem enseña que únicamente la persona que lo tiene habla, los demás lo escuchan con atención plena.
4. Es importante que el tótem circule entre todos, de manera que la voz de cada uno sea escuchada.
5. Se recomienda usar como tótem un objeto significativo para el grupo, cuanto más significado tenga el tótem mayor será el respeto a la escucha y a las palabras.
Para este momento los invitamos a sentarse cómodos, la espalda lo más recta posible, las manos descansando sobre las piernas y los pies en contacto con el suelo.
Le pedimos a todos realizar tres respiraciones profundas: Inhala por la nariz, profundamente. Exhala por la boca despacio.
Ahora en silencio, le pedimos ser conscientes del contacto de los pies con el suelo, es el sentido del arraigo, de abandonar por un momento el mundo de las ideas y los pensamientos y saber que somos parte del mundo, el cual nos necesita, para transformarlo y hacerlo cada día mejor.
Pasados unos 20 segundos, se invita nuevamente a realizar 3 respiraciones profundas y continuar con la conversación.
Preguntas para conversar: plantear una pregunta a la vez. Responder de manera secuenciada y usar el tótem de la palabra.
Has mantenido las esperanzas en este tiempo ¿Cómo lo has hecho?
¿Qué temores te genera pensar en el futuro de la sociedad?
¿Qué puedes hacer y aportar para construir un mejor futuro junto a las personas que te rodean?
¿Con qué fuerza y cómo harás realidad tus esperanzas?
Hablar de Esperanza en estas circunstancias resulta difícil, entendiendo que cada familia y cada persona en particular ha estado viviendo la cuarentena de una forma diferente.
Bajo estas circunstancias es natural que sentimientos como el miedo, la angustia, el dolor, la ansiedad, la dificultad para conciliar el sueño y muchas más sensaciones, nos estén agobiando. Sin embargo, los seres humanos estamos dotados con una fuerza interior que nos da la tenacidad necesaria para afrontar las circunstancias más difíciles, y al encontrar esa potencia llamada esperanza, nos permite seguir adelante, esforzarnos y trabajar por alcanzar las cosas que anhelamos por más complicadas que parezcan. La esperanza nos da valor para soportar los momentos más difíciles, en el que las dificultades parecen que nos destrozaran, la esperanza nos brinda consuelo y nos ayuda en aquellas circunstancias de las cuales sentimos que no saldremos adelante, como la que estamos viviendo actualmente.
Esto no quiere decir que no vivamos incluso las emociones más difíciles, les demos nombre y las afrontemos, pues cuando evitamos el dolor y el sufrimiento a cualquier costo, reducimos nuestra esperanza a una mera idea, una idea vacía y superficial, que dificulta la consecución de metas y que deja todo a la suerte o a los buenos deseos.
Si olvidamos que lo más importante es la acción y la sabiduría, no podremos reconocer que en vez de buscar culpables para lo que nos pasa, debemos asumir las dificultades comprometidos y con responsabilidad, pues la esperanza es la confianza en el presente y la planificación de un futuro deseable para todos.
Para cerrar el ejercicio, Se tiene preparado los versos del poema (Enumerados y recortados) y se reparte entre los miembros de la familia, se pide leer en orden de acuerdo con la numeración, de manera lenta, con el propósito que todos puedan disfrutar de este bello poema.
ESPERANZA (Alexis Valdés)
Cuando la tormenta pase
Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamás conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos.
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.
Se finaliza agradeciendo a todos por la participación.