- Recurso de Parentalidad y liderazgo -
UNIRNOS EN
EL SILENCIO
para fortalecer nuestros vínculos
Crecemos en un entorno social apasionado por la conversación y la acción, cultivamos más las habilidades para ser escuchados, que para escuchar, y nos afanamos mucho en ocuparnos en las actividades que prometen soluciones, más que en la pausa para aprender. Solemos considerar “el silencio” como inacción y desventaja ante los demás.
El silencio tiene una riqueza significativa en el crecimiento personal y relacional. Aprender a practicar momentos de silencio con nosotros y con nuestras hijas (hijos) nos conduce hasta el sentir y pensar más profundo y genuino de nuestras relaciones.
Pablo Neruda en su poema “A callarse”, nos propone considerar el silencio como destreza para encontrar aquello que realmente nos une a los otros, el silencio como posibilidad de transformación profunda de aquello que nos afecta. (oír poema)
Como padres solemos ser bulliciosos ante nuestras hijas (hijos), estamos incansablemente dando orientaciones, órdenes, instrucciones, opiniones, pareceres, advertencias, etcétera; procurando que nuestra voz sea escuchada y nuestros deseos ejecutados convencidos de estar haciendo lo mejor por ellos. Esta actitud es reproducida rápidamente por nuestras hijas (hijos), quienes aprenden a poner su esfuerzo en ser escuchadas y atendidas en sus deseos de una forma hasta egoísta. Una relación basada en el ruido, en la pugna por quien argumenta, para ganar más, como si de una competencia se tratara , genera distanciamiento de los valores comunes y de las verdaderas prácticas de cuidado, atención, amor y empatía parental.
PRÁCTICA RECOMENDADA PARA LA SEMANA:
Los invitamos a tener presente en esta semana los momentos de silencio.
- Dedícate momentos de silencio para tener un momento de introspección y así, escuchar tu sentir, repasar tu pensar de manera más reposada y calmada, tendrás más sabiduría.
- En el día busca breves espacios de encuentro con tu hija (hijos), solo haz silencio y escúchala, contempla la belleza de su voz, sus ideas, sus emociones, su bondad. Seguramente aprenderán a disfrutar de una compañía agradable en silencio
«Si no queda edificado por mi silencio, tampoco lo hará por mis palabras».
– Abad Pambo –
“Soy dueño de mi silencio y esclavo de mis palabras”
– Aristóteles –
– Te invitamos a dejarnos un comentario, comparte tus experiencias o reflexiones con respecto al post. –
Equipo de parentalidad: María Paula Baquero, Margarita Calvete
Área de liderazgo: Evert Silva, Wilson Lavacude
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