Dar y recibir desde el corazón

- Recurso de Parentalidad y liderazgo -

DAR Y RECIBIR
DESDE EL CORAZÓN

Tomar plena conciencia de que
nuestra naturaleza es compasiva

Nuestros más profundos deseos de tener vínculos armoniosos y saludables, en ocasiones se ven desequilibrados por conductas o situaciones relacionales que nos afectan, en más de una vez solemos reaccionar enérgicamente a través de formas aprendidas que incluso se activan automáticamente.

 «El respeto y la empatía en la relación con las hijas(hijos) es una experiencia que requiere ser construida y cuidada.«

A pesar de que anhelamos y trabajamos para que nuestras relaciones sean armoniosas y recíprocamente beneficiosas, estamos propensos a no escucharnos y a expresar nuestras inconformidades con palabras o acciones que ofenden o hieren, no solamente a nuestros seres queridos, sino también a nosotros mismos.

El respeto y la empatía en la relación con las hijas (hijos) es una experiencia que requiere ser construida y cuidada. Estar conscientes y tener prácticas para conectarnos con nuestros valores y el de nuestras hijas, avivan la compasión natural que hay en cada uno, nos dispone para escucharnos y nos da ánimo para expresarnos desde el corazón. 

Dar y recibir con el corazón supone saber manifestarnos con sinceridad y claridad, exige que compartamos con respeto y empatía nuestros valores, sentimientos, necesidades y peticiones. Cuando fortalecemos nuestra compasión no solamente evitamos lastimarnos y distanciarnos, sino que, y sobre todo, crecemos y estamos más juntos.

 

Plan de la semana: 

En la relación que se presente durante los próximos días busca sintonizarte con tus sentimientos y los sentimientos de tu hija (hijos). Cuando se presente una situación difícil o simplemente se de una conversación espontánea, ten presente y usa estos cinco pasos:  

  1. Comienza siendo más consciente de lo que le afecta y lo que te afecta del momento, genera o espera una atmósfera de serenidad, mantenla durante la conversación. 
  2. Esfuérzate en transmitirle respeto y empatía, prioriza escucharla con evidentes actitudes de atención plena: busca una posición cómoda para los dos, mírala de frente y desde su altura; esfuérzate en escucharla completamente sin juzgar, regañar o aconsejar.
  3. Más que sermones hazle preguntas para que explore en profundidad lo que le pasó, se conecte con sus valores y/o nombre lo que está sintiendo (emociones),  
  4. Exprésale compasión validando sus sentimientos al manifestarle que sientes lo que le está pasando (sea una emoción positiva o negativa). Comparte y explica también tus sentimientos ante lo que está viviendo o está sucediendo.   
  5. Estimula su imaginación y capacidad transformativa, plantea interrogantes que lo lleven a explorar, proponer y comprometerse con mejores o nuevas realidades que transmitan tranquilidad y esperanzas. Pueden servir algunas de estas preguntas: ¿Tu que harías? ¿Cuáles son tus mayores fortalezas en este momento? ¿Qué valoras o rescatas más de esto? ¿Qué necesitas para estar mejor? ¿Qué puedes hacer para que las cosas mejoren?   

“La empatía reside en la habilidad de
estar presente sin opinión”

Marshall Rosenberg

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Equipo de parentalidad: María Paula Baquero
Área de liderazgo: Evert Silva, Wilson Lavacude

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